domingo, 22 de septiembre de 2024

Los godos 1: El origen

Lejos de la imagen que se suele tener de los godos como bárbaros incivilizados, habría que verlos como continuadores del legado de Roma. Tanto visigodos como ostrogodos continuaron manteniendo la estructura cultural de la romanidad, adaptando la cultura clásica y llevándola a la mentalidad medieval. Para ubicar el origen de los godos hay que remontarse a la época de las leyendas y, a través de la filología e imaginería que ellos mismos crearon, no se conoce con certeza hasta que se toparon con Roma y los pusieron en la historia y en sus escritos. Pero se puede seguir un sendero nebuloso para ver de dónde partieron y cómo llegaron a este lugar donde los incluyeron por fin en la historia romana.

Habría que viajar a las tierras suecas, a Götaland, Tierra de los gautas o gotar, unas tierras pobladas de densos bosques y llanuras alrededor del lago Vättern. Uno de estos gautas sería el protagonista del poema Beowulf, que narraría su historia en una época medieval muy posterior, ya entre los siglos V y VII, aunque pudiese ser compuesto mucho más tarde. Los godos emigrarían de estas tierras entorno al 100 a.C., cruzando el Mar Báltico y situándose entorno a la desembocadura del Río Vístula. Entorno al 20 a.C., ya estaban firmemente asentados en esta zona y de la que no se moverían demasiado hasta el 160 d.C., cuando emprenderían una larga migración hacia los territorios de los Cárpatos y el Mar Negro. 

En este territorio que historiadores contemporáneos acabaron llamando Gothiscandza, situado en la cuenca del Vístula, en estos primeros asentamientos tuvieron que expulsar a otras tribus germánicas como los rugios, una tribu que llegó procedente del sur de Noruega que se habían asentado en la costa antes que ellos. En esta época se estaba viviendo una bajada de temperaturas que empujó a muchos pueblos nórdicos a desplazarse hacia el sur en busca de mejores tierras más cálidas. Estos desplazamientos empujaban unos pueblos a otros por la fuerza, formando alianzas y vasallaje. Esta movilidad iría dando forma a la Europa romana y medieval hasta que formasen reinos más estructurados y perpetuos en el tiempo. Por ahora solo tenemos clanes de tribus dirigidas por un caudillo que salían de las castas más nobles y guerreras, y aquí al llegar los antepasados de los godos expulsaron a los rugios a territorios más occidentales. Con el tiempo también se toparon con los vándalos, más bien una amalgama de pueblos donde han destacado los vándalos también procedentes de Escandinavia que los godos expulsaron hacia el sur a las riberas del Mar Negro. Estos desplazamientos serían muy comunes. Europa estaba vacía y viendo oleadas de tribus que venían del norte a poco que en pocos combates te vieras en desventaja te ibas buscando tierras más al sur que estarían sin población y en condiciones mejores de las que dejabas atrás.

Los habitantes de estas tierras conocían muy bien los caminos que conectaban el Báltico con el Mar Negro o incluso con Italia, Grecia o el Mar Mediterráneo, ya que estaban conectadas por la ruta del ámbar, una antigua ruta comercial conocida desde el siglo XVI a.C. que conectaba, eran en las playas del Báltico donde encontraban el ámbar, un producto de lujo muy demandado, y a través de los ríos bálticos enlazaban con los ríos que bajaban al mar Negro, llegando a las ciudades grecoescitas y desde allí iban al Mediterráneo. El adorno de pecho del faraón egipcio Tutankamón se sabe que contiene ámbar báltico, se ha encontrado ámbar báltico en Micenas, en la tumba real de Qatna, en el templo de Apolo en Delfos e incluso es posible que enlazara con la ruta de la seda llegando a Asia. Por esta ruta no solo bajaba el ámbar, cera, oro, esclavos y pieles, también subían productos refinados grecoescitas y por supuesto influencias culturales y políticas que fueron influenciando a los godos, viendo en el Mar Negro como una especie de dorado que pondrían como objetivo alcanzar cuando sus tierras se fueran agotando ya que tenían unas técnicas agrícolas muy antiguas, las nuevas tecnologías romanas no le alcanzaron, y al ir aumentando el número y desgastándose la tierra tuvieron que ir abandonándolas. Los godos usaban un cultivo de rozas que consistía en quemar una parcela que era bosque, matorral o dehesa para utilizarlo después como parcela de cultivo abonándose con sus propias cenizas, este sistema los hacía tener que cambiar su zona de cultivo cada pocos años ya que acaba perdiendo nutrientes y son cada vez menos productivos, esto unido a la utilización de un arado muy primitivo que no oxigenaba la tierra ni mezclaba bien los nutrientes, esto era lo común de todos los pueblos germanos de esta época, de ahí que estuvieran acostumbrados a mover sus poblaciones continuamente y a necesitar una gran extensión de terreno para alimentar a una población que iba en aumento y tolerar poco la competencia de otras tribus que lindaran sus territorios.
Y como eran estos protogodos, o ya podemos llamarlos godos, en estos más de 250 años que habitaron la zona se irían mezclando con otras tribus y desarrollándose culturalmente gracias al contacto con los pueblos de la ruta del ámbar tanto del Mar Negro como de sus primos que dejaron en Götaland. Solo podemos saber de ellos a través de pequeños restos arqueológicos y de los escritos romanos que, al no haber luchado contra ellos ni contra sus aliados, apenas escribieron sobre ellos, los denominaron gotones o gutoni sin destacar nada que no hiciesen el resto de pueblos germanos que habitaban del Rin al Vístula. Su indumentaria de batalla era el escudo redondo y espada corta, vivían en aldeas pequeñas rodeadas de enormes bosques y pantanos, tenían una vida precaria de subsistencia donde el uso de técnicas agrarias atrasadas para la época los limitaba mucho su crecimiento demográfico. Para mantenerse tanto tiempo en este territorio debieron ser feroces guerreros pero sin una unidad clara y divididos en tribus donde difícilmente tendrían una unidad fuerte siendo capaces de administrar bien los recursos e invadir otros territorios para expandirse. Su ganadería sería escasa por la falta de tener forraje para el invierno y tenían que combinarla con la caza. Ante la imposibilidad de crear un excedente de alimento eran muy escasa la alfarería que apenas tenía calidad ni tampoco desarrollaron joyas que apenas se han encontrado en sus ajuares funerarios.

Todo cambiaría al expandirse el Imperio Romano y colocar a miles de romanos en sus lindes, creando así una demanda e intercambio de productos a cambio de plata, favoreciendo un comercio con los demás vecinos y aprendiendo nuevas técnicas de cultivo que mejorarían el rendimiento agrario y enriqueciendo a los godos, a la vez que pudieron crecer demográficamente. Aunque no fue este el motivo de su migración, después de dos siglos sobreexplotando estas tierras debían estar agotadas y, en un mundo rodeado de otros lugares más ricos, lo más sencillo sería emigrar a ellas. Se iniciaría el lento viaje en el año 160 d.C., empujando a su vez a otras tribus como los vándalos, lombardos y burgundios que se desplazarían al oeste y al sur, en cambio, los godos tomarían otro camino.

Los godos, durante siglos de comercio en la ruta del ámbar, conocían bien lo que había al otro extremo de esta, su dorado que llamaron Oium, la rica tierra de los escitas que abarcaba desde las laderas de los Cárpatos orientales pasando por los valles del Bug y el Dniéper hasta las estepas pónticas del Dniéper y el Don, correspondiendo a las actuales Moldavia, Ucrania, el sur de Rusia y el este de Rumanía, lo que venían siendo las tierras más fértiles de Europa, además de un gran nodo comercial tanto de productos como de cultura. Fue durante el 160 al 220 d.C. cuando remontaron los valles y se desplazaron siguiendo la ruta comercial hasta Oium, debiendo tener una fuerte nobleza capaz de movilizar a toda la gente. En las leyendas godas hablan de un rey mítico Filimer que dirigió la migración hasta la tierra prometida de Oium. Parece un mito fundacional más que un personaje real, probablemente fueron acaudillados por diferentes nobles bastante independientes entre sí que cooperarían entre sí y que ante cualquier disputa alguno de estos tomaría un camino distinto, quedándose en la zona o desplazándose a occidente.

Hacia el 230 ya estaban fuertemente asentados, formando alianzas con unas tribus y expulsando de sus territorios a otras, alcanzando el limes romano de la Dacia. Aquí es cuando los godos aparecen en la historia de Roma y donde cimentarán su cultura goda al empezar a romanizarse, pero esto lo contaré en el siguiente capítulo donde abarcaremos esta interesante parte de la historia de los godos.

sábado, 21 de septiembre de 2024

Presentación de Hispania Memoriae

Hola, la intención de este blog, poco pretencioso, es contar la historia de España desde sus orígenes, y aclarar que ni soy historiador ni nada parecido, apenas un aficionado a la historia que sigue aprendiendo cada día un poquito más. En principio, intentaré narrar desde un punto de vista objetivo los acontecimientos de la historia, añadiendo mi punto de vista que puede no ser el correcto pero es mi intento de dar sentido a las personas que fueron creando los ladrillos de la historia.

Desde un principio me encontré ante la duda de por dónde empezar. No quería empezar demasiado atrás y narrar las guerras púnicas ni la conquista romana de la península ibérica; esto pertenecería más a la historia romana que a la de España, aunque quizás en otro blog me anime. Así que decidí empezar por los visigodos. Estos fundan el primer reino de Hispania, la primera unión política de la que puede heredar un sentimiento español, no tanto como Estado pero sin duda sí una nación. Son un pueblo poco conocido para los españoles y del que no abundan los libros. Se suele pasar por encima cuando se va del Imperio romano al inicio de la reconquista, y si digo Reconquista… en el inicio de esta apenas se menciona a los visigodos por su gran derrota contra los musulmanes donde parece que apenas fueron un paréntesis en la historia de España y que apenas pasaban por allí.

Decidí también empezar por el principio de todo, el origen de los godos y sus andaduras hasta llegar a Alarico, que sería quien fundase a su alrededor a los visis. En la narración acabará entrando Roma pero pasaré muy resumidamente, apenas para crear el contexto global para entender los acontecimientos. Conforme los visigodos lleguen a Hispania, escribiré otra línea paralela donde contaré, a modo de resumen, los primeros siglos de la Hispania romana, resaltando la historia de algunos hispanos poco conocidos que también pusieron sus ladrillos en la historia. Conforme lleguen los visigodos a la península, se acabará fusionando con la línea principal. Para que no interrumpa la narración, escribiré otra línea paralela con la historia del cristianismo en Hispania, partiendo desde su origen en Oriente Medio, intentando dar un contexto histórico a la importancia de la religión en los sucesos de la historia futura.

Intentaré ser lo más claro posible en este proyecto enorme de narrar la historia de España, una aventura donde, a la vez de escribirla, espero seguir aprendiendo, intentando aportar mi granito de arena en la divulgación histórica, aunque solo sea como un simple aficionado a la historia de España, una historia que debería conocerse para, de esta forma, llegar a entender mejor el mundo actual en el que vivimos.

Por cierto, también creé otro blog llamado Biograpedia donde desarrollaré la biografía de los personajes que aparecerán en mi narración para poder profundizar más en ellos. Aquí podré poner la dirección por si os apetece echarle un vistazo. https://biograpedia-seldon.blogspot.com/

Tambien estoy en X (Twiter) @historiaespa

Un saludo, atentamente El Historiador inquieto.